AMD Radeon Anti-Lag y Anti-Lag+
AMD Anti-Lag es una función incluida en el software Radeon Adrenalin que sincroniza mejor el trabajo entre CPU y GPU, evitando que la CPU se adelante demasiado y genere cola de fotogramas. Esto reduce el retraso de entrada y hace que los controles se sientan más ágiles. La variante Anti-Lag+ o Boost va un paso más allá, manteniendo la GPU en frecuencias más altas para asegurar la mínima latencia posible, aunque con un ligero aumento en consumo energético.
Modos de funcionamiento
En el menú gráfico o en el software Adrenalin, puedes encontrar:
- Anti-Lag activado: Reduce la latencia ajustando la sincronización CPU–GPU.
- Anti-Lag+ / Boost: Además de lo anterior, evita que la GPU baje frecuencias, asegurando la máxima respuesta.
- Anti-Lag 2 (nueva versión): Integración directa en algunos juegos (ej. Counter-Strike 2, Dota 2), ofreciendo reducción de latencia más estable y sin conflictos con sistemas antitrampas.
Coste en rendimiento
- Impacto en FPS: Anti-Lag no busca aumentar FPS, sino mejorar la respuesta. En la mayoría de casos, no reduce el rendimiento; con Boost puede haber un consumo energético mayor, pero sin pérdida notable de FPS.
- Dependencia: Trabaja sobre todo en la GPU y su sincronización con la CPU.
- Latencia reducida: Puede bajar la latencia total del sistema en 10–30 ms, lo cual es muy perceptible en shooters competitivos.
- Resoluciones (1080p, 1440p, 4K): El beneficio se nota en todas, pero es más evidente en 1080p y 1440p competitivos, donde los FPS son altos y cada milisegundo cuenta.
Cuándo conviene activarlo
Actívalo si:
- Juegas a títulos competitivos (FPS, MOBAs, battle royale).
- Buscas la máxima respuesta inmediata entre tus acciones y lo que ves en pantalla.
- Tienes una GPU AMD Radeon RX 400 o superior, o una APU Ryzen 2000 en adelante.
Mejor desactivarlo si:
- Juegas a títulos de un solo jugador donde la latencia no es crítica.
- Tu GPU se calienta demasiado y no quieres que el modo Boost la fuerce a trabajar a máxima frecuencia.
- Prefieres priorizar la eficiencia energética sobre la mínima latencia.